Ignacio Merino fue hijo de familia adinerada, la que determinó para él una excelente educación. Fue enviado a Europa a la edad de 10 años y se radicó en París. Hizo sus primeros estudios en el colegio del profesor español Manuel Silvera. Terminado su bachillerato, prefirió el joven Merino seguir pintura, que era lo que más le apasionaba. Para el efecto, ingresó primero al taller del pintor Monvoisin y luego del artista pseudo romántico Paul Delaroche.
Formado ya Merino en los rudimentos del arte y gracias a sus posibilidades económicas, decidió viajar por Italia, seguramente, con el objeto de conocer a los grandes maestros de la pintura. En 1838 regresó al Perú. Radicado en el país, ejecutó algunos cuadros de interés nacional entre los que se encuentran "Santa Rosa de Lima" y "San Martín de Porres".
Reconocida su capacidad artística, en 1841 es nombrado director de la Academia de Dibujo y Pintura que por entonces funcionaba como único centro importante de estudios estético en Lima.
Después de algunos años de director y docente, en 1846 viaja a Europa por segunda vez. Dados sus conocimientos y mayor dominio artístico, recorre los países más avanzados en arte con el objeto de admirar a los pintores de su predilección: Velásquez, Rivera y Murillo entre los españoles, Rembrandt y Franz Hals entre los holandeses, sin dejar de estudiar, por supuesto, a los maestros italianos.
Merino, en su segunda permanencia en París, expuso en 1853 su obra "Colón y su hijo en la Rábida" y diez años después "Colón ante la Universidad de Salamanca"; muestras que le deparan acogedora crítica y aun una tercera medalla de honor.
Poco se sabe de los últimos años de la vida del artista. A su muerte donó al Perú, como una demostración de su acendrado patriotismo, una gran colección de sus obras compuestas de 56 óleos y una variedad de acuarelas y dibujos.
Autorretrato de Ignacio Merino. Museo de la República. Lima. |
Pintores Peruanos De La República. Juan Villacorta Paredes.
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