Montero hizo sus primeros estudios en el Colegio Nacional "San Miguel de Piura", posteriormente viajó a Lima con el deseo de seguir una carrera universitaria, pero estando ya en la capital se dedicó a trabajar en el comercio, alcanzando ser nombrado gerente de una de las dependencias de la firma en que labora cuando tenía solo 21 años de edad, demostrando de este modo singulares cualidades personales.
No obstante el futuro promisor que había empezado a forjarse, puede más su vocación artística que él había cuidado desde sus primeros años de estudiante y decidió abandonar el trabajo para dedicarse al arte. Se matricula entonces en la Academia de Dibujo y Pintura que dirige en la época Ignacio Merino. Brillantes fueron los progresos que logró Montero en su nueva carrrera. Realizó entre sus trabajos un retrato en miniatura del General Castilla que causó gran admiración y por lo que le gobierno le concede una pensión de S/. 400.00 mensuales para seguir estudios artísticos en Europa. Montero viajó a España y estudió bajo la dirección de Fortuny, pero en lo mejor de su aprendizaje tiene que regresar al Perú en 1851 por razones económicas. El gobierno le había suprimido la beca con el objeto de hacer economías. A su regreso a Lima, Montero vuelve a relacionarse con Merino al cual sucede en la dirección de la Academia de Dibujo y Pintura en 1860. En el mes de agosto del mismo año se realizó en la capital la primera exposición de pintura y en la cual participó Montero con extraordinario éxito. Presentó 19 cuadros entre los que figuraban "La Venus dormida", hoy en el museo de Arte de Lima, "La Coqueta", "La Plegaria", "El artista y su modelo" y otras obras que le valieron una nueva beca del gobierno para continuar estudios en Europa por espacio de cuatro años más. Durante su segunda vuelta por el viejo continente, Montero hace estudios en Francia e Italia, radicándose con especial interés en la maravillosa ciudad de los genios; Florencia. Desde aquí el pintor viajó a Cuba estableciendo su estudio durante un tiempo e la Habana.
Desde la capital de Cuba regresa Montero pro tercera vez a Europa y se establece en Florencia, donde ejecuta su gran obra " Los Funerales de Atahualpa", cuadro de muy amplias dimensiones en el que presenta un total de 36 personajes de casi tamaño natural y el que es posible admirar en el Museo de Arte del Paseo Colón (Lima). El cuadro en referencia dio gran fama a Montero. En 1867 regresa a la patria el artista y su obra, haciendo escalas en Río de Janeiro, Montevideo y Buenos Aires, capitales en las que expuso su extraordinario trabajo, concitando los más elogiosos comentarios de la crítica especializada y del público que concurrió a verlo.
Llegó Montero al Perú en 1868, siendo recibido en el país con grande honores en reconocimiento a su prestigio y a su labor. Como premio le concedió el gobierno una gran Medalla de Honor, la suma de S/. 25 000,00 y además una renta vitalicia de S/. 2 000,00 anuales.
En reconocimiento a los estímulos que se le otorgaron, Montero decidió ejecutar otra gran obra de tipo histórico que recordara el magno acontecimiento de la Independencia del Perú, pero no le fue posible alcanzar sus aspiraciones por el hecho de caer enfermo de fiebre amarilla en el Callao, donde fallece a la edad de 43 años, cuando aún se preparaba apara hacer si cuarto viaje a Europa.
La vida, la obra y los triunfos de Montero dicen mucho de su extraordinaria calidad de artista.
Luis Montero
Referencias
Pintores Peruanos De La República. Juan Villacorta Paredes.
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