Angrand estuvo dos veces en el Perú. En su primera estadía se radicó en la capital por razón de su cargo político, realizando al mismo tiempo interesante labor artística. Sus dibujos de fino trazo registran las más hermosas escenas costumbristas de la Lima de su época. Sabe dar a sus figuras refinada sutiliza y elegancia. Sus personajes alegres y festivos revelan con propiedad y acierto el verdadero carácter de los tipos de aquella época. En su acuarela "Regreso de Amancaes", se percibe dominio en la forma, agilidad en el trazo y obre todo una exquisita calidad plástica.
Angrand fue también arqueólogo, razón por la cual se supone que haya tenido especial interés de conocer posteriormente la sierra. En 1847 recorre Ayacucho, Cusco y luego se interna haca Bolivia, estudiando los más interesantes aspectos de la arqueología andina.
De regreso a Europa en 1866, publicó en París sus "Estudios sobre la antigüedad del Tiahuanaco y las más viejas civilizaciones del Perú".
En la Biblioteca Nacional de París se encuentra "La Colección Angrand" que comprende sus libros, álbumes y apuntes diversos que realizara en sus estudios por América y especialmente en el Perú.
Se supone que haya sido un gran admirador del mulato pintor Pancho Fierro, puesto que sus figuras guardan notable semejanza tipológica y temática con las del moreno acuarelista peruano.
"Regreso de Amancaes" por Francisco Angrand. Colección particular.
